domingo, 8 de mayo de 2016

PAREDES OSCURAS... POR QUÉ NO?

Todos los que seguís mi blog, a los que estoy inmensamente agradecida, conocéis mi debilidad por el blanco, pero al ver este comedor, sentí una extraña sensación de agrado fuera de lo normal.
Cuando me encuentro con una estancia con paredes oscuras, mi mente automáticamente realiza la segunda derivada y se sitúa en esa misma estancia con las paredes en blanco. El resultado siempre es favorable a esta última opción, pero al hacer ese ejercicio en este comedor, obtuve como resultado que es mucho más atractivo tal como está. El contraste con los magníficos muebles, (propios del estilo Shabby Chic que los situaría en lugares de colores claros, pastel, con estampados florales antiguos) con ese muro de color marrón chocolate, en combinación con ese suelo en damero hidráulico, me parece un acierto absoluto del equipo de decoración.
De esta forma, se huye de los tópicos y se resalta la belleza del mobiliario. El aparador, un antiguo expositor de pastelería, la mesa desgastada y las sillas metálicas con tapicería floral en el respaldo y lisa en el asiento, combinadas con la perfecta lámpara con pantallas de lino, llenan la estancia de una belleza singular.
Ni que decir tiene que todos los objetos decorativos de este comedor han sido seleccionados con exquisito gusto: el reloj, el cuadro, el espejo, los recipientes para galletas, las bandejas de presentación de dulces, y cómo no, los diversos arreglos florales y vegetales que se han colocado de forma estratégica para aportar frescura. 
No nos puede pasar desapercibido que la estancia se prolonga hacia el exterior mediante el recurso decorativo de colocar una  decoración similar en la pared lateral que abre la estancia hacia el jardín.

Via: El Mueble

4 comentarios:

  1. Me gusta el marrón chocolate, estoy pensando en ponerlo en el salón pero solo en una pared para potenciar un cuadro.

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    1. Estoy completamente de acuerdo contigo, a mí también me parece excesivo en toda la estancia. Una pared es preciosa.
      Un beso, Teresa, y cómo siempre gracias por pasar por ésta tu casa.

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  2. Todo el conjunto es una tentación. Como bien dices, ese mobiliario tan encantador no resaltaría apenas si las paredes estuvieran pintadas en color claro. Así cobran verdadero protagonismo y el espacio tampoco queda reducido visualmente. Solución perfecta: dos pájaros de un tiro.

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    1. No te creas, que conociéndome como me conoces, yo hubiera optado por un papel pintado en el muro tras el aparador y dejar el resto todo blanco. Para mí, llegar al extremo de pintar toda la sala en marrón chocolate, es una licencia que mis ojos no se pueden permitir, ni mis nervios tampoco... jajajaja
      Gracias Carmela por pasar por ésta tu casa. Besos

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