martes, 12 de enero de 2016

UN DORMITORIO CON SABOR A PUEBLO

Dormitorios como éste me despiertan nostalgia. Esas camas de hierro acompañadas de mesitas de noche con sabor a almoneda, colchas de crochet, sábanas blancas recién lavadas con olor a jabón natural... son recuerdos de mi infancia, de la casa de pueblo de mi familia.
Recuerdo mis veranos en esa casa, tras largos paseos por el campo y excursiones interminables en bicicleta, recogiendo fruta en el huerto y jugando sin parar mientras mis tíos cuidaban de los animales y recogían la cosecha. Nadar en las balsas y acabar tu aseo en la acequia tirándote cubos de agua por la cabeza... Qué días más maravillosos y cuánto tardaban en llegar!
El dormitorio de hoy reúne todos los elementos decorativos que me evocan esos recuerdos. Me encanta la combinación de tonos neutros, el perfecto juego de cama en lino crudo, esa maravillosa cama de barrotes, y sobre todo el pequeño estante sobre el cabecero con esos dos cuadros ingleses de siluetas, apoyados no colgados, igual que la lámina del pájaro que reposa sobre el muro. 
Adorable me parecen el aplique, el cesto y el jarrón con el arreglo floral de mimosa que confiere a la estancia ese toque campestre y fresco que tanto se agradece.

Via: Digs Digs

8 comentarios:

  1. Toda la habitación me parece encantadora.
    Un saludo.

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    1. Tan acogedora, verdad? A mí me encantaron las sábanas rústicas de lino y los dos cuadritos de sombras. Gracias Teresa. Un saludo

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  2. Una preciosa entrada querida Elisenda, como esta encantadora habitación!!! Algunos de estos recuerdos compartidos pir muchos de nosotros, sin duda :)
    Un cariñoso abrazo!!!

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    1. Pensaba que muchos de nosotros seguro que habíamos compartido esas mismas vivencias. Es agradable recordar y mirar atrás para saber quienes somos y de dónde venimos. Un abrazo!

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  3. Con mucha nostalgia siempre llegan a nuestra mente los recuerdos, hermosos de nuestra ninez, en mi caso cuando por las tardes despues de la escuela iva donde mi tio y primas a jugar ellos Vivian en una casa rodeada de jardin que ellos mismo plantaron, un columpio y arboles de eucalipto, que daban un olor maravilloso, y lo mas bonito caminar junto a la rivera del rio, de agua limpia y con aguas muy tranquilas, jugabamos hasta cansarnos y todo era alegria.Hoy todo es parte del pasado pero siempre estara en mi corazon

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    1. Tener el corazón ocupado con recuerdos alegres y agradables es una sana prevención para no tener el corazón amargo. Así que, enhorabuena, y bienvenida al club!!!

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  4. Como siempre, una acertadísima propuesta. Sabes cuánto me gustan los ambientes rústicos y creo que este dormitorio encaja a la perfección con mis recuerdos infantiles en nuestra casa de verano en el pueblo de mis abuelos, Fuenterrobles, muy próximo a la provincia de Cuenca y en la que por no tener, no teníamos agua potable. Un pozo abastecía nuestras necesidades y a lavar la ropa, al lavadero público. Cuando lo comento con mis hijas, se ríen y no comprenden cómo podía divertirme en aquella época en la que carecíamos de casi todo, excepto de imaginación ¡Claro! ¡Un paaaloooo, yo quiero un palo! ¡Soy una incomprendida!

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    1. Claro, ellas están acostumbradas a otro tipo de vida. Ni mejor ni peor. Distinta, aunque por lo que hemos disfrutado nosotras, parece que esta nueva generación no lo va a disfrutar. Un beso.

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