Si hay alguna pieza de mobiliario
que me roba el corazón son los armarios. Me gustan tanto que soy capaz de
buscarles utilidades tan diversas como posibilidades tienen, con el fin de disponer
uno en cada estancia. Son la solución esencial para tener una casa en orden y
para que éste sea práctico y fácil de respetar para todos sus habitantes.
Tradicionalmente han tenido una
función restringida a los dormitorios, en los que se encargaban de guardar la
ropa de calle y la de hogar. Pero nada mejor para resucitar esos viejos
armarios que han dejado de ser útiles por su tamaño (cada vez tenemos más ropa
y resultan insuficientes) para darles nuevas funciones.
Personalmente me inclino por
integrarlos en la decoración de cocinas, comedores, pasillos o baños. Me gusta
mucho darles nueva vida con pátinas, decapés o pinturas sólidas en colores
pasteles, o incluso de pizarra. Pero también incorporando el papel pintado y la tela tanto
en sus interiores como en sus puertas. Las posibilidades son infinitas y los resultados
siempre sorprendentes.
Sinceramente, no sé cuál elegir. Colocaría uno en cada habitación de mi casa si pudiera.
ResponderEliminarExactamente igual que yo. Cada vez que veo uno, lo guardo. Es como si tener una colección de armarios me aseguraran una bella decoración en un futuro proyecto. Gracias, Carmela.
EliminarCompartimos amor por los armarios!!! Nuestro problema es tener espacio para tenerlos, pero yo tendría uno de cada ;)
ResponderEliminarSe trata de buscarles utilidades y sustiturlos por otros muebles. Hay quien prefiere poner una estantería... yo armarios!!! Gracias, Marc i Cèlia!!!
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