El otoño se nos ha echado encima y necesitamos propuestas
para hacer de nuestro hogar un lugar apacible, sereno y cálido preparado para
pasar los fríos días de invierno que ya acechan en el calendario.
Los textiles juegan un papel imprescindible en este paso de
estación, aunque no sólo ellos son los que darán personalidad y carácter otoñal
a nuestras casas. Los terciopelos, las chenillas, los brocados surgen como las
propuestas menos arriesgadas, mientras que los cueros, las pieles naturales o
artificiales, los tejidos artesanales de lanas toscas y los tartanes son los
que exigen mayor capacidad de innovación en el proyecto decorativo.
Si queréis arriesgar poco, pero tener un resultado
espléndido, tomad nota de este vestíbulo. El banco se ha tapizado en tartán de
colores grisáceos y piedra, se ha incorporado una cesta de mimbre con troncos y se ha cubierto
el muro con papel pintado imitación a la madera de abedul o fresno. Imaginad
por un momento que en verano este mismo espacio, está ocupado por el mismo banco
tapizado con una tela de rayas multicolores coordinada con ese mismo cojín y
sustituid la cesta de troncos por un arreglo floral fresco, con flores y hojas
en su máximo esplendor. Cambio radical. El espejo, la lámpara y la alfombra son como
las hojas perennes, presentes y constantes en todas las estaciones.
Aunque cambiar el tapizado del banco según la estación del año no sea muy frecuente, siempre cabe la posibilidad de cubrirlo con una funda en colores más vivos y alegres, tal y como tú propones.
ResponderEliminarSoy consciente de ello, pero lo que quiero resaltar es la diferencia entre una decoración de otoño y una de verano y los pocos elementos que hacen posible el cambio. Gracias, Carmela.
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